LOS PLANES DE ENSEÑANZA Desde 1907 hasta 1938:
En Gijón, el programa de estudios es el mismo que en todas nuestras casas con las variaciones de detalle que hacen necesarias las circunstancias, distintas en cada país y en cada colegio. La enseñanza de la Religión es, como puede suponerse, la base y fundamento de todas las demás ramas.
Entre todas las asignaturas, obligatorias y de adorno se les hace aprender a fondo el castellano, que tantas veces se descuida por las lenguas extranjeras; historia de España, literatura española.” (Extracto de una estadística).
Tienen también: Matemáticas, ciencias, geografía, dibujo, pintura, labores, francés, latín.
Hasta 1939 la enseñanza del Bachillerato fue cosa enteramente privada. Unas cuantas alumnas, muy pocas, cursaban dichos estudios. Aumenta considerablemente el número de alumnas que lo solicitan después de la guerra, por lo que se hacen las diligencias necesarias para impartirlo de una manera oficial el 4 de enero de 1939.
Coexisten, hasta casi los años 60, los grupos de alumnas de bachiller con los que siguen “cultura general” o comercio.
Inicio de las autorizaciones :
Educación Infantil: 1975
Primaria: 1974 (E.G.B. en aquel momento)
Bachillerato: 1979
C.O.U: 1986
LOS RECREOS
Se celebran particularmente los días de fiesta “no lectivos” (todo el mundo viene, aunque no haya clases). Se instaura en ellos, por las mañanas, el famoso “cache-cache”, especie de escondite en grandes grupos. Las hermanas capitanean estos grupos y los introducen, casi, en la “clausura”. Por la tarde es el turno de las representaciones en el salón de actos.
Desde el comienzo se preparan representaciones teatrales, en español, francés e inglés. Continúa la tradición, sólo en español, hasta la primera mitad de los años 50.
También desde el principio se fomentaron los deportes. Para ellos se utilizaba, básicamente el “prau”. Según los testimonios gráficos, se practicaba el tenis, el balón-mano, el hockey. Un juego muy apreciado era el “randers”, especie de béisbol, con pivotes que se clavaban en el suelo, a modo de bases.
Causaba furor, por los años 40-50, el “balle brûlée” (pelota quemada) que sigue teniendo su influencia. ¡Y el “cascayu” por equipos!
Recuérdeme