El Trastorno por Déficit de Atención con o sin Hiperactividad (TDAH), es el trastorno neurobiológico más frecuente en la infancia. Se estima que lo padecen el 5% de la población infantil – juvenil, lo que equivale a uno o dos niños por aula.
El TDAH es un trastorno neurobiológico que provocan en el niño los siguientes síntomas:
Estos síntomas no siempre se manifiestan conjuntamente, por ello podemos diferenciar tres subtipos del TDAH.
De todos ellos el más frecuente es el combinado, seguido del predominantemente hiperactivo-impulsivo. El subtipo predominantemente inatento es el menos frecuente de ellos, y se da más en niñas que en niños, frente a los otros cuadros clínicos que se detectan más en niños que en niñas. Es decir, debido a que los síntomas de inatención son más sutiles, se detectan menos y provocan que el diagnóstico de TDAH en niñas/adolescentes tarde más en realizarse o, en muchos casos, pase inadvertido.
¿Cómo diagnosticar un TDAH?
Para que un niño pueda ser diagnosticado como TDAH tiene que cumplir lo siguiente:
A) Cumplir seis o más de los síntomas de hiperactividad- impulsividad
B) Cumplir seis o más síntomas de inatención
C) Además debe cumplir:
En resumen, los síntomas de TDAH tienen que ser múltiples, en diversos ámbitos y que supongan una pérdida de funcionalidad de la persona.
Por todo ello es fundamental que sean los profesionales médicos (neuro-pediatra, psiquiatra infantil, neurólogo, etc.) los que realicen un diagnóstico definitivo.
Una vez reconocido el TDAH, se realiza un plan de tratamiento. Este deberá adaptarse a las características individuales del niño, como la edad, el entorno escolar , familiar etc. Actualmente el tratamiento multimodal es el más efectivo, donde se combinan el tratamiento farmacológico, psicológico y psicopedagó-gico.
¿Qué más puedo hacer para ayudar a un niño con TDHA ?
Un esfuerzo en equipo por parte de los padres, profesores y médicos trabajando en conjunto es la mejor manera de ayudar a su niño. Puede ser difícil criar a los niños que tienen TDAH. Es posible que tengan dificultad para comprender instrucciones, y el estado de actividad constante puede constituir un desafío para los adultos. Además, los niños que tienen TDAH tienden a necesitar más estructura y expectativas más claras. Usted puede tener que cambiar su vida un poco para ayudar a su niño. He aquí algunas cosas que usted puede hacer para ayudar:
¿Mi hijo va a superar el TDAH?
Antes solíamos pensar que los niños superarían el TDAH. Sabemos que esto no es cierto en la mayoría de los niños. Los síntomas del TDAH con frecuencia mejoran a medida que los niños crecen y aprenden a adaptarse. La hiperactividad generalmente desaparece en los años de la adolescencia tardía. Pero cerca de la mitad de los niños que tienen TDAH continúan distrayéndose con facilidad, teniendo cambios en el humor, siendo malhumorados y son incapaces de completar tareas. Los niños que tienen padres afectuosos que les brindan apoyo y que trabajan conjuntamente con el personal del colegio, con los trabajadores de salud mental y con el médico tienen la mejor probabilidad de convertirse en adultos bien adaptados.
Mitos y falsas creencias
Las siguientes cuestiones son preocupaciones habituales de los adolescentes con TDAH que carecen de total veracidad:
“Este trastorno que tengo va a suponer una sentencia y una limitación para toda mi vida”.
Las personas con TDAH suelen desplegar una gran energía, suelen ser muy creativas y pueden hacer muchas más cosas que los demás. Solamente les hace falta ser conscientes de sus dificultades específicas y poner el remedio adecuado.
“Debido a este trastorno voy a ser torpe y holgazán”.
El TDAH no afecta el nivel intelectual. La biografía de algunas personalidades célebres mencionan que tuvieron un trastorno de este tipo, como:
“No podré tener amigos”.
Puede que te preocupe que tus amigos no te acepten debido a tus limitaciones o a tu carácter impulsivo pero debes pensar que los amigos te buscarán por lo que eres y no por lo que aparentas. Si tú siempre has tenido TDAH y han aceptado ser tus amigos, ¿cómo puede ser que ahora no lo acepten?. Y si así fuera, ¿qué valor dan a la amistad?.
“La medicación que tendré que tomar actuará como una droga y producirá cambios en mi personalidad”.
La medicación agudiza tu atención e intensifica tu autocontrol durante unas pocas horas al día, pero no altera tu personalidad.
“Este problema que tengo va a ser la excusa para que mis padres sigan tratándome como a un niño y me controlen más”.
Es necesario que tus padres controlen, de forma pactada, tus momentos de inatención, ya que forma parte del tratamiento. Pero conviene que tengas claro que el objetivo no es que tus padres sigan ejerciendo un control sobre ti, sino que este control puedas ejercerlo tú mismo.
Asociaciones
A.N.HI.P.A. (Asociación de niños y niñas hiperactivos del Principado de Asturias)
www.anhipa.com
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